Ubicada a 148 kilómetros de La Paz, en el municipio de Sorata, para llegar a la gruta de San Pedro desde el pueblo, se puede optar por circuitos para caminatas, bicicleta de montaña o vehículos motorizados públicos o privados.
El trayecto a pie se realiza en tres horas, mientras que en coche, dura media hora.
La Gruta de San Pedro o “Chussek Uta”, significa “Casa de lechuzas” por su traducción del aymara. Alberga una laguna rodeada de formaciones rocosas de cuarzos y estalactitas.
Tiene una profundidad aproximada de 510 metros y un desnivel de 49 metros. Al inicio, la cueva es estrecha y se limita a un solo túnel, pero a unos 20 metros se abre hacia una enorme galería en la que se encuentra la laguna. Ésta se origina de agua de deshielo, por lo que el nivel aumenta en época seca y disminuye en época de lluvias. El agua es salina, de hecho es una mezcla de agua salada y dulce, y tiene una profundidad de unos 15 metros.
En el lugar se tejen varias leyendas que tratan de explicar la existencia de pasadizos secretos. Algunos dicen que son conexiones entre el Cuzco y Sorata, que usaban en la época del Incario para transportar oro.
Según los guías, los túneles responderían a tres posibles salidas: la primera al Lago Titicaca, la segunda a Los Yungas y Mapiri (La Paz), y la tercera al Cuzco (Perú).
Este atractivo cuenta con iluminación, un sendero definido, servicio de guías y botes para alquilar.
- Costo de ingreso: Bs 10
- Paseo en bote: Bs 5
- Taxi aproximado: Bs30
4 comments
Alexander Rees
We went down the lane, by the body of the man in black, sodden now from the overnight hail, and broke into the woods at the foot of the hill.
Ralph Davin
On our side the fire had done no more than scorch the nearer trees; it had failed to secure its footing. In one place the woodmen had been at work on Saturday; trees, felled and freshly trimmed, lay in a clearing, with heaps of sawdust by the sawing-machine and its engine.
Alexander Rees
We went down the lane, by the body of the man in blac, sodden now from the overnight hail, and broke into the woods at the foot of the hill.
Ralph Davin
On our side the fire had done no more than scorch the nearer trees; itt had failed to secure its footing. In one place the woodmen had been at work on Saturday; trees, felled and freshly trimmed, lay in a clearing, with heaps of sawdust by the sawing-machine and its engine.